Este es el titulo de la aventura que vivieron Diego, Tomás y Toc estos días. Juntos se fueron a recorrer La senda verde del rio Mazo para buscar un puente romano. Comenzaron su aventura en Arancedo siguiendo el rio Mazo, pasaron por Boimouro y llegaron a Barreiras, el pueblo de los abuelos de Diego. Allí hay un pequeño salto del rio, como una cascada donde Diego, por el verano, ve a las truchas saltar.
Siguiendo el camino se adentraron en el bosque y encontraron imágenes que nos ponen muy tristes. El bosque totalmente quemado por los incendios que asolaron nuestro concejo el pasado mes de diciembre. Un esqueleto de un corzo macho que se quemó en el incendio, basura, mucha basura que recogieron; un aplauso por ser unos guardianes del planeta extraordinarios. Además huellas de jabalí y huevos de rana. Todo hasta llegar por fin al puente romano sobre el río.
Tomás y Toc vinieron encantados de la aventura y de conocer un rincón tan bonito del concejo, que en poco tiempo volverá a recobrar el verde perdido.
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